septiembre 12, 2003

Bueno, se acaba el día y parece que la motivación definitivamente ha mejorado, excepto por el orzuelo que me va a salir en un párpado, me lele horrores, tenía ganas de salir, pero parece que se me han quitado con el dolor, qué vaina, llegaré a mi casa nada más que a podrirme en el más grande aburrimiento lejos no de todo, sino de la voluntad para emprender cualquier cosa, yo mismo me entiendo.

No hablé del partido Perú - Chile, cierto, qué importa, total, la culpa la tiene Delgado y ya nadie quiere que tape contra Brasil, excepto uno que otro dirigente influyente y Autuori, ta muy chibolo pe, que gane experiencia pero con Guatemala, El Salvador o Deportivo Chapita, no con Brasil, qué pendex...

Del dolor no tengo ganas, sólo de un profundo sueño y viajar a lo más recóndito de mi mente entendiendo el universo a mi manera y sacando cálculo del momento perfecto para morir, que no será ahora, miro a los lados y veo gente con ojos, narices, boca, pero no logro ver sus espíritus, aunque los siento, a veces pequeños, a veces muy grandes, otras te cobijan y otros se amenazan, se parecen a las sombras y a veces juego con ellas, sin querer les sonrío y ellos me responden, pero para qué sirven, para qué sirve vivir? si igual moriremos, esto tiene que ser un tránsito a algo más elaborado, eterno, más allá de las nubes y el oscuro de la infinidad, pero será verdad? existe más allá?, tan difícil de saberlo, además de doloroso, más que el maldito ojo este, la gente ya se va y yo también.

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