noviembre 23, 2011

Al final de la noche

Vuelven a pasar las aplanadoras, en el rincón de las dudas presurosa llega una certeza, una puerta tapiada y yo dando vueltas sobre mi cabeza. Qué hacer cuando detrás de ESA puerta está lo que busco, sólo me puedo limitar a poner mi oído y sentir su chillido... ay cómo llora.... Mi corazón está triste pero no puede llorar, mis ojos están tristes pero no pueden llorar, toda mi alma está triste y no puede llorar, se supone que estoy feliz, todo llora.

Sostienen mis manos mi propio cuerpo y no lo dejan caer, una mirada esquiva lo lanza al abismo, hay una realidad sumamente extraña y mis latidos se sienten, certezas, certezas, certezas... un futuro resuelto, el camino sigue por donde está la flecha, pase usted señor, sólo tengo que entrar y no mirar atrás y mi alma está feliz, pero triste no llora; mis ojos están felices, pero tristes no lloran; mi corazón está feliz pero triste no llora, quiero volver.