noviembre 30, 2004

Atchis!

Es el momento de escribir, y los dedos van desplazándose suavemente por el teclado, rozan apenas cada una de las letras que describen lo interno, una y otra vez, asdf... ñljk asdf... ñljk, llegó una palabra, aquí espacio y termino la frase, quietecitas se quedan mis manos aguardando el juicio de su dueño, descontento, ordeno que eliminen esa huachafada y vuelvo a expectar el romance entre dedo y tecla, al toqueteo caprichoso y el susurro excitante del doble golpe.

Pronto, el calor molesta y me doy aires con la mano, el sudor está por todo mi cuerpo y la ropa empieza a adherirse, acomodo mi silla y una ligera comezón rodea mis fosas nasales juntando mis párpados, dejo de moverme para que se disipe pero es muy tarde, siento el dilatar del rostro, el lagrimeo de un estornudo que no quiero dejar salir por puro capricho, declarándole la batalla al organismo, este se conoce muy bien y sabe cómo darse el gusto, aparte de vengarse por no dejarle expresarse. Al final me rindo con la presión de la respuesta natural a todo cuerpo extraño que ha penetrado mi sistema respiratorio, y no solo eso, siento también un desgarro interno y un ligero ardor, mis ojos se abren y observo sorprendido el rojo panorama que el teclado me tiene preparado.

Está mi propia sangre, roja y brillante, acomodándose sobre la ñ o dibujándole el punto a la i, creando una extraña figura en el teclado numérico o resbalando por el enter, paso la mano por mi rostro, tiñéndola del bermejo que suele conversar cada cierto tiempo con ese músculo llamado corazón, imagino las historias que le revela el poco confidente, tal vez por eso el tono, señal inequívoca de vergüenza ajena, indignado retiro torpe las huellas y con un poco de saliva disuelvo el encarnado. Mientras voy ideando la manera de vengarme del chismoso inquilino en mis 40 x 50 cm de tórax, observo el cuchillo al lado de la mesa y un haz de luz rebota sugerente sobre su superficie abriéndose paso en el rojo que puebla mi mente, pintando la idea con bordes sanguinolentos, lo medito por un momento... dos... tres... vuelvo la mirada al teclado y lo dejo para otra ocasión.

noviembre 29, 2004

"Sólo Dios lo sabe"

Conforme entro en años me voy convenciendo de la necesidad de que Dios exista
y de la poca importancia de un juicio final, este humilde servidor plantearía más bien la realización de un interrogatorio, en un cuarto oscuro y bajo un foco brillante, hay tantas cosas que debe responder.

noviembre 26, 2004

Sin sentidos

Ya viene otra vez, se apodera uno a uno de ellos, un día es el tacto, que no deja de recordarme ese brazo que tomé o la mejilla que acaricié con mis labios, temeroso de una respuesta acibarada debido al largo contacto, es que buscaba un poco de la vida de tu piel y esperanzarme inútilmente que sentirías la fuerza con que la sangre recorre mi cuerpo, pidiéndote a gritos, porque ese beso no era para un lado de aquel rostro imposible, fue la subliminal demostración de que no fui valiente para robarme tu boca.

Luego empieza la vista y dejo de estar en mi habitación, vuelvo a juntarme contigo en ese auto, yo mirándote y tú dando excusas, viendo tus ojos engañarme infames, buscando los mios para mostrar ese falso entender y volverlos hacia donde querías escapar, mientras yo aprovechaba para observar acalorado el muslo que se escapaba a tu falda y te empezaba a desear.

Es entonces cuando el oído se contagia de la añoranza, y me trae tu voz, aquella que no tocaba melodías, pero hábil para dominar la serpiente que soy, bailando al ritmo de tus acordes, sin querer que el momento termine en ese vacío silencioso, donde no siento los perennes ruidos de niños, motocicletas, carros, ni gente, que recibian mi declaración de odio a muerte porque te tenían más cerca que yo, y sin querer que salga ese último sonido que me condenaba al infierno que nunca deseé llegar: "adios".

Y mi voz deja de existir, se transforma en letras que consienten a ese frustrado sentido del gusto, imaginando el sabor de tus manos, tus oídos, tus mejillas, tu cuello, tu pecho, tu ombligo, tus muslos y por último tu alma, que alguna vez alguien me dijo que poseia el sabor del azúcar si es de aquella que amo, pero no, el café está en la mesa y me conformo bebiéndolo a sorbos, resignado a una fea mueca en el rostro cada vez que se desliza por mi paladar, hasta acabarlo y ver tus pupilas al fondo de la taza, que vibran cada tres segundos con las lágrimas que caen de mis ojos, bregando, por ese momento al menos, ser parte de los tuyos.

Último minuto: Tengo la preocupante sospecha que el olfato tiene que ver en esto, a cualquiera que dé información sobre su paradero se le ofrecerá una buena recompensa.

noviembre 23, 2004

Taras mentales II

"La televisión nacional es puro programa basura, prefiero pasarme al cable y ver Friends" (ya)

"Yo solo le compro a mi hija ropa americana" (si supiera que Gamarra también está en América)

"El auto embellece al hombre" (obvio, lo dijo una mujer)

"No te olvides de sacarlo antes..." (ídem, pero bien inocente)

"No te quiero, pero... podemos seguir saliendo" (ídem, pero bien conchudo)

"Mira mi bandera de los Estados Unidos, ¿te gusta?" (sin palabras)

noviembre 22, 2004

Inicio de día

Dinteles arropados con cortinas,
juega en la azotea el gato temerario,
Tun-tun de la habitación vecina,
lloriquea la niña en el descampado.

Permite la ventana al amanecer,
asustar al animal en su lamido,
del cuarto de al lado suenan quejidos,
por un sol que ya empieza a encender.

Escolares encadenados a sus libros,
el policia de la esquina pasa apuros
sobreto' por los que vienen duros

Dia de inicio, inicio de dia,
el animado aposento cesa el ruido,
y se sube los calzones la chiquilla.

noviembre 19, 2004

Alienadas o alienígenas

Y fue hace exactamente un año, te vi llegar a lo lejos con aquel andar acompasado y obviándolo todo con tus lentes oscuros, bajaste las escaleras para acercarte, mientras yo idolatraba la belleza de tus facciones, la delgadez extrema de tus brazos, tus ojos pardos que por nada del mundo quisiera que fueran celestes o verdes, tus raras uñas coloreadas de negro ralo contrastando esa palidez nivea de manos que rodearían mis hombros al momento de encontranos a 30 centímetros, y... y... y... ¿¿¿¿ese polito con la bandera de EEUU???, que me confirmó por completo que estaba perdiendo el tiempo contigo.

noviembre 15, 2004

Fue soñando? fue despierto?

No sueño a menudo, mis encuentros con el subconsciente los vivo más en la realidad que de 11:00pm a 6:00am, si decide manifestarse la quimera en horario de descanso lo hace de manera muy sorpresiva, me deja despertar, pero no del todo, puedo sentirme, pero no moverme, puedo escuchar sonidos, pero no responder a ellos.

La diferencia vino en una mano diestra y ajena que coge firmemente mi izquierda sin intención de dejarla, es como si llegara por detrás de la cabecera de la cama, o estuviera alguien sentado a mi siniestra igual a los enfermos cuando los están cuidando. Veo la mano, sé que estoy soñando, la siento suave, parece de mujer, elevo la mirada y sólo distingo un blanco brazo, sin poder determinar a quién le pertenece, no temo, pero me intriga enormemente.

Intento en vano abrir los ojos para despertar, sólo están abiertos los que ven en sueños, y con ellos veo iluminada muy ligeramente mi habitación, mis manos están en el pecho, cogida todavía la izquierda por ese tacto femenino, tibio, joven, y presionando como si quisiera tranquilizarme de algo, respiro y recuerdo que de aquel lado está el ropero, nadie puede sentarse allí, en eso mi sueño cede y se abren mis verdaderos ojos... total oscuridad.

Ya no estaba la mano ajena, sentía el olor a madera en su lugar y ambas manos mías en el pecho, pero la izquierda curiosamente enredada en la sábana, al acomodarlas noto que mis pies están cruzados, nunca duermo así, también los acomodo y busco el reloj: 5:50am, a pesar de la posible explicación y algo contrariado, empiezo a sentir miedo, al mismo tiempo que por las rendijas de la ventana aparece la luz de un nuevo día, un domingo, que toca visitar a mi familia.

noviembre 12, 2004

Boomerang

Hoy discutí fuerte conmigo mismo, frases de grueso calibre adornaron el largo rato que mantuve la furia, y yo sólo me atenía a escucharme, callado, pero no soy de los que golpean, más bien intento atacar únicamente con palabras, porque sé que pueden abrir heridas mayores, otorgándome mayor placer. Y así, solo, asentía e increpaba, en uno que otro rato procuraba contradecir, pero perdía la siguiente expresión por esos alaridos, que mirando al suelo rendido, me hacían quedar.

No contento con eso, era blasfemo e indignado, irónico y sentido, satírico y ofendido, atacante y defensor, por esas filudas frases salian de mi boca, chocando mis oidos quedos enterrados en la reducida existencia de dignidad, paralizado como de costumbre cuando es que debería de defenderme. En algún momento, levantaba mi puño joven y fuerte anunciando el furibundo contacto, de inmediato retrocedía como queriendo postergar el caos mayor y yo apenas respiraba, era ese perro tímido que inclina su cabeza y no saca la cola de entre la patas, mirando de lado con ojos desorbitados por temor a su amo, resolutor de su mugrienta vida.

Pero todo llega a producir hastío y ante la certeza de haber sido comprendido a la perfección y orgulloso de saberme dirigente, voy bajando la voz y amengua el trato, así como pierdo la timidez y recobro cierta confianza, sólo me queda observar detenidamente esos últimos movimientos, dejo la advertencia final, para salir del lugar y pegar un airado portazo, seguro de que no volverá a suceder, mientras dentro sigo sin reaccionar, pero más aliviado de no terminar mullido a golpes, conteniendo el temblor de mis manos y tratando de comprender cual era en realidad el mensaje.

noviembre 10, 2004

Tortura

Suelo llenar de miradas la habitación donde vivo, recorro cada resquicio escrupulosamente, tal vez buscando alguna respuesta, una señal vaga de lo que pueda estar sucediendo, veo el celeste de las paredes, imitando el color de ese cielo que ya no existe, y con las manos en la cabeza me cubro de la tenue luz del incandescente que parpadea al compás de no sé qué retumbos, no son mis latidos, hace tanto cesaron.

Ahí, en mi esquina, estoy a salvo del aire que recorre lentamente el lugar, es el guardíán listo para atacar al yo intruso e inerme, y le temo porque está armado de sonidos, de olores, de recuerdos, que hieren al menor contacto, haciendome sangrar, sangrar, sangrar por dentro, pero así quietecito no tengo que temer, pudiendo mirar más tranquilo el piso antiguo lleno de calor de la tarde, el decorativo y triste reloj de pared que ya no funciona y aquel estante lleno de ordenados libros, que nunca he tocado.

La ventana que da al jardín fue sellada en no sé qué arrebato, aún así puede colarse el sol para observar curioso lo que hay dentro, atraviesa el escritorio, se resbala por las sillas, rasga el sillón nunca usado y va acercándose lentamente a mi esquina, me asusto porque reconozco al verdugo decidido una vez más a torturarme con sus imágenes, no lo soporto y temblando apoyo la cabeza entre las rodillas en un intento por escapar, el aire tibio de la habitación lo ha notado y se agita presuntuoso porque sabe que ha llegado el momento que empiezo a gritar tu nombre.

noviembre 08, 2004

Taras mentales

"¡¡¡Oye!!! (con mucha emoción), se sorteará un mercedes Benz, ¡¡¡¡UN MERCEDES BENZ!!!!" (como si ya se lo hubiera ganado)

"Y con los premios que da nuestra tienda ganará todo el Perú" (cuando sólo hay tiendas en Lima)

"Postulé para psicóloga pero me cambié porque no me gusta escuchar las estupideces de la gente" (algo de psicólogo tenía en mi interior)

"Alo!!!! HOLA QUÉ TAL... ESTOY VIENDO UNA PELÍCULA ... bla bla bla" (en pleno cine)

"No me gusta esta carrera, pero la estudio porque da plata." (terminar limpiando una oficina decía la canción)

"Ahora que he regresado de Argentina no aguanto el acento limeño, muy duro" (y lo dijo en perfecto acento piurano)

noviembre 07, 2004

noviembre 06, 2004

Cadena al cuello

He notado que a la gente no le agrada andar sola, por eso se consiguen una mascota y la sacan a pasear. Yo no tengo mascota, pero pienso colocarme la cadena cada vez que salgo y así no ser susceptible de padecer aquel desagrado, mato dos pájaros de un solo tiro y termino un poco más contento.

noviembre 05, 2004

Amnesia imposible

Cómo olvidar tu maldito nombre,
si está grabado en la memoria,
en el gris de las paredes,
y en el correr de las horas

en el brillo de una estrella,
en el file de tu fotografía,
en el inicio de mi tristeza,
y en el fin de mi alegría

en el café de la tarde,
en el cine dominical,
en la vista a ese mar,
donde el sol ya no está

en los trozos de ilusión
en los sueños que abrigué
en el nacer de mi odio
y en la muerte de mi querer

en el hambre por tu cuerpo,
en el desear por tu vida,
en la sed de tu saliva,
y en el calor de tus besos.

en la mala y coqueta,
que juguetea y me deja,
en la rabia que me atraviesa,
y en esa puta... que me consuela.

noviembre 03, 2004

Estancamiento prisionero

1980 (creo)

Algo grande están haciendo
en la década de los 80
ya se siente la atmósfera
saturada de aburrimiento
los hippies y los punk tuvieron la ocasión
de romper el estancamiento

2004

Algo grande están haciendo
en el nuevo milenio
ya se siente la atmósfera
saturada de aburrimiento
los hippies, los punk y los prisioneros tuvieron la ocasión
de romper el estancamiento

2044 (creo)

Algo grande están haciendo
en la década de los 40
ya se siente la atmósfera
saturada de aburrimiento
los hippies, los punk, los prisioneros y el lobo estepario, tuvieron la ocasión
de romper el estancamiento

me consuelo con que no sea el mismo estancamiento...

noviembre 02, 2004

Observando a la gente

De las reuniones que he tenido ahora último he podido observar algo

Mientras más prendada esté la mujer, más se comporta como niña,
Mientras más prendado esté el hombre, más se comporta como adulto.

y pensar que cuando todo acaba

normalmente la mujer se titula de madura,
normalmente el hombre se gradúa de inmaduro.

noviembre 01, 2004

Día de las brujas

Si alguien dijo que día de brujas es 31 de octubre, está muy equivocado, nada más paséate a las 6am o 7am del 1 de noviembre por las calles de Lima y vas a verlas sin la clásica escoba, pero muy probablemente con una botella de cerveza, ¡qué caras!, ¡qué tal juerga se habrán metido!