noviembre 04, 2003

Se ha irritado, al no jugar demasiado con ella notó que le dejé de mostrar interés, y que la usaba sólo para satifacer ciertos gustos, me distraía mientras me decía algo, estaba desencantado de sus repetitivos anuncios, y aquellos días de enorme curiosidad parecen haber acabado por la formalidad en la que nos vemos envueltos. A veces me viene la clásica nostalgia y la acaricio, ya no se siente su limpia fragancia ni está tan suave como antes, pero en su rugosidad logro ver en retrospectiva, cada momento de alta tensión, donde nos volvíamos uno en cada noche, ansiosos por terminar de una vez y llegar al alivio de la tarea cumplida, ahora me castiga con su tarjeta de sonido dañada, no puedo escuchar mis canciones favoritas y parece que no hay arreglo, es el comienzo del fin, la obsolescencia ha llegado. Ahora necesito buscar otra, me aseguraré que tenga buenos parlantes.

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