noviembre 13, 2003

No volverá a existir el día en que me sienta tentado a llevarme a la boca un pedazo de pionono, empanada, papa rellena que no esté seguro de haber sido hecha en el momento, la 1a experiencia (con la empanada, hace 6 años) , me dejó al borde de un colapso estomacal, la segunda recién empieza hoy, ojalá llegue a Navidad, debo darle buen uso a la gratificación.

Ciertos temas hostiles tan plagados de irrealidades me tienen un tanto desconcertado, pero van perdiendo fuerza conforme el tiempo pasa y mi dudas existenciales aumentan, no soy de los que está detrás de algo todo el tiempo, más si depende de voluntades ajenas, quiero abrir un paréntesis, un enorme paréntesis que me permita descansar, de las ambigüedades, de lo superfluo, sin temer olvidarme de lo que fue o de lo que podría ser. Hay una imagen pegada en el parabrisas de ese auto que manejo, está fundida en el cristal y no la puedo desprender, me llega al punto de reventar el vidrio con la primera piedra que encuentre para verla convertirse en añicos, lanzar los pedazos por la ventana y sentir el viento con el coche en movimiento, mi rostro sonriendo completamente despreocupado por si los vidrios me cortan la cara al estallar, observar jubiloso el paisaje y gozar con el mundo a toda velocidad, total, hay una estación más adelante que me permitirá reponerla, sin ella.

No hay comentarios.: