abril 15, 2005

Cena

Parece un poco obsceno, por eso te recomiendo que asees un poco el lugar, mira a un lado de tu boca: se desliza una linea roja acariciando tus mejillas casi-mordiendote la barbilla, el plato triste y vacío deja señales de un encuentro opíparo y fugaz junto a ese rostro tuyo que delata una grave satisfacción canina, creo que detrás de la gula existe el placer después de todo. Por sobre las manchas de la mesa y el plato muestras tus manos, también rojas, y con un dedo indicas que me palpe el pecho, ¡qué raro!, busco y no siento nada, una sonora carcajada (que no es mía) estalla en el vacío por una evidente conclusión a la que no deseo llegar.

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