junio 06, 2004

En una reunión de gerentes se comenta la labor de la nueva empresa de cobranza externa, uno de ellos es colorado y rechoncho, capaz de soltar una broma hasta en el momento más tenso, con esa gran sonrisa que caracteriza a todos los que dirigen los destinos de la empresa en la que laboro y capaces de hacer creer que el avión aterrizará cuando no hay pista de aterrizaje, empieza hablando de los atributos de la representante de aquella empresa, (Elizabeth), midiéndolo en 'tarrazos' o 'patazas', para luego declarar que se les está otorgando cierta información a fin de que puedan realizar su trabajo. El otro gerente, es un tipo muy observador, fino, pero capaz de insinuarse a la Auditora y ante el rechazo consolar su machismo vociferando burdamente que mejores culos se ha comido, usa su inteligencia y nota que se les está enviando demasiada información, el primer gerente descrito observa y verdaderamente nota que hay más de lo que podrían necesitar, cosa grave si se trata de un socio de nuestro más insidioso competidor, reflexiona un poco, una gota de sudor se empieza a formar en su frente, deja pasar los segundos y entonces su rostro se distiende, ensaya su clásica risa y sentencia, 'ja, pero Elizabeth se fue mojada'. Jolgorio general, yo al fondo de la sala me cago de la risa por tremenda ocurrencia, la única mujer en la reunión sólo atina a mirar sonrojada a los demás y a su vaso de agua, que con el calor de la reunión se empieza a evaporar.

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