Nunca el dinero me ha sido de atracción, un fajo de billetes en la mesa no me puede causar más emoción que ver tu rostro sonriendo o tu mano cogiendo mi brazo, a lo único que podría atenerme es a coger el primer billete, doblarlo para hacer un avión con él, lanzarlo al aire y ver ansioso dónde aterrizará, en otras daría vida a un pájaro con alas inquietas, tal vez me pondría a olerlos si fueran nuevos y llegado el día de su caducidad los guardaría como figuritas coleccionables, debe ser una certeza, un ápice de seguridad, un tener presente que a pesar de todo, ese medio de intercambio no me permitirá obtener lo que siempre quise, ya no.
...para todo lo demás, existe el "Relax & Spa".
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