agosto 26, 2004

Pasa en las películas, pasa en la vida real...

'Joven, joven' me interrumpe una señora entrados los 30 con una prisa inusual, aparte de lo incomodísimo que resulta la interrupción cuando aprecio a la 'comestible hasta la indigestión' de Mary Jane en pleno agarre con Spiderman, de paso que aprendía los trucos de cuándo torcer la lengua y cuándo morder. 'Joven joven' vuelve a insistir la inefable señora a la cual empiezo a mirar de reojo con inicios de enfado, '¿Ya no quiere su vaso de gaseosa?', quedo sorprendido por la pregunta, pues no sabía el propósito ni mucho menos me pertenecía dicho vaso de gaseosa, sin hacerme mucho problema, decido dejar a la persona de al lado que se lo entregue a la apurada mujer. 'Ya hijito empieza!!!!', en voz baja pero no muy discreta, soluciona el problema de esfínteres de su pequeño hijo, y mientras el párvulo va aliviando su angustia, observo con la boca abierta cómo Mary Jane con media falda rota va colgada del lecherísimo arácnido mientras el sonido de la lluvia disimula el de los orines de crio y la sorpresa de mi hermano que nunca supo el fin de la película.

No soy bueno para inspirar en temas sentimentales, pero una película podría ayudarme a iniciar el tema, la escena: Una chica en pleno matrimonio sorprendida por su novio con un detalle fuera de lo común: una orquesta en la iglesia. La chica, abre la boca dibujando una enorme sonrisa, se la tapa con las manos y el novio la abraza para que no se caiga de la impresión, 'oooooooohhh qué detalle' interrumpe un tipo a una silla por encima mio, no es raro que digan eso ante tanto dulce escénico, pero para mi mala suerte no fue la única: 'asu!!! miiiiira"... 'oye, pero qué detallaaaazo', 'nooooooo... pasu, ese es lo máximo', redondeaba de esa manera todas las escenas de gran feeling: 'YA CÁLLATE OYE!!!!'... sentencia finalmente la que supongo es su enamorada, alguno que otro agraciado con el pare y el inoportuno ni más abrió la boca, a mi la verdad nunca me molestó, me la pasé viendo cómo cruzaba lentamente sus piernas mi acompañante y su falda poco a poco resbalaba dejando más piel por ver, todo eso moviendo sólo los ojos, no es buen ejercicio, pero a Linda Blair le salía muy bien en el Exorcista, cuánto daría por saber cómo lo hizo.

agosto 25, 2004

Café Caramelo

Como beber café sin azúcar,
sabor amargo de tu recuerdo,
no hallo el dulce de tus besos,
y no lo dejo de buscar

Ahí donde la razón no cabe
alma mía a tu cárcel voy preso,
vida, el corazón fuerte late,
solo, en tu blanca imagen muero

¡Cómo beber café sin azúcar!
bien sabes por mi imposible,
reconocer del momento lo sensible,
sin tener de tu boca el almíbar

Al menos una cucharada de besos,
que calmen la ansiedad de caramelo,
y en mi despensa un kilo de ellos,
si necesito evocar tu recuerdo.

agosto 23, 2004

Puenting sin soga...

Ahora entiendo de qué se trataban tus escapadas del mundo, aquellas que te aislaban completamente para reparar energías, no sé de qué clase, pero capaces de devolverte la confianza y la alegría al momento de verte otra vez, para tomarnos un café o devolverme un mail de manera tan amable y graciosa usando todos esos íconos de colores brillantes, causándome admiración y hasta vergüenza de mi mismo pues yo no soy radiante como tú.

Ahora entiendo esa mirada eterna al individual cada vez que nos sentábamos a la mesa y yo tomaba un capuccino, hasta que pedías permiso para devorar los croissants luego de haberme cansado de tentarte a que los pruebes, cogías uno, y lo comías lentamente, hablando de rato en rato claro está, pero siempre observando el individual con sus 'qué bonitos detalles!!!', sabía que me evitabas y me enfadaba, por eso me vengaba a la salida con cuentos de ladrones, fantasmas y violadores mientras caminábamos en medio de la noche y yo puteándome por salir con chicas sin confianza.

Ahora entiendo cuando dejaste de escribirme de la nada y no respondías mis llamadas, cuando tu primo le restaba importancia a cualquier tema que le hacía saber de ti, y más cuando otro de tus amigos me contó que eras feliz con alguien. Estoy seguro que tu hermana te dijo que llamé a tu celular y no me delvoviste la llamada, por eso me vengué no saludándote por tu cumpleaños, y no fui el único que se vengó de esa manera, estoy seguro que ni te dolió.

Ahora entiendo el por qué de esas 20 diazepanes que te tomaste ayer en la noche... espero poder hacértelo saber si regresas, aún así me hayas hecho a un lado por dedicarte a tu ahora difunto enamorado.

agosto 21, 2004

Amores Perros

A Gaby y Manuel los conozco de años y no sé si es casualidad o mala leche pero pasé buena parte de mi vida en medio de ambos, a ella la vi por primera vez hace 13 años, tan linda con su paño rojo sobre la cabeza, con ligeras pecas que dibujaban su rostro y una sonrisa algo parca, entre medio melancólica y fria, eso sí, con unos ojazos que se transformaban en su segunda cara, daba miedo verlos reflejar la luz del sol y vibrar sus iris cada vez que me regañaba por no querer trepar un árbol, a él no necesito describirlo, lo conozco de siempre y eso basta.

De niños, a Manongo no le dejaban salir si no era conmigo, creo que mi tranquilidad le daba confianza a sus padres para permitir a aquel 'grandísimo perro', dar volteretas por el parque y pasar la tarde también con Gaby, a ella no le importaba su extremo entusiasmo para todo, como subir a lo más alto del ciprés, ganarme en las huachitas o bailar con ella en una fiesta. Una noche de verano, luego de verlos salir por el zaguán, cuando me faltaba poco para llegar a la casa de mi amigo, veo otra vez esos ojazos, con un matiz distinto, ahora sorprendidos y queriendo guardar un secreto: haberlos encontrado junto a los de Manuel, el cual con una sonrisa definía claramente el momento, hice que no me importaba y seguíamos siendo amigos, pero dejé de estar en el medio.

Como pasa el tiempo para ellos es inevitable informar que ambos se comprometieron y se casaron, así como cualquier pareja, y como pasa el tiempo para mi también, el destino me dio otros papeles y lugares en esta vida, incluso el de regresar para saber qué había sido de sus vidas. Los encontré como siempre, a él feliz y a ella con sus pupilas vibrando, les recordé entonces el ciprés y fuimos al parque para visitarlo, al llegar, mirando ambos lo poco que había cambiado dicho testigo, Gaby cogió una rama seca del piso, tal vez de aquel compañero de años y Manongo al verla comenzó a saltar más animado, más frenético, moviendo la cola y casi ladrando, Gaby lanzó lejos la ramita y el susodicho cual canino bípedo (no en 4 patas porque no puede) va a su encuentro, aún sin salir de mi asombro veo cómo mi amigo regresa con el juguete en la boca y se lo da a su entrañable Gabycita para seguir jugando. Le pregunto, '¿cómo hiciste eso?' ella contesta y sus ojos sonriendo también: 'Con mucho amor', mientras se prepara para lanzar otra vez la ramita, y Manuel moviendo la cola, como siempre, entusiasmado.

agosto 16, 2004

Cebiche de brazos blancos

El hambre remueve mis tripas cual lucha de tenias, estrangulándose unas y confundiéndose otras con el magno bolo alimenticio que no ha llegado a las 12:30pm como todos los días y con una puntualidad militar, se me ha hecho tarde sí, es domingo y no hay menús hoy, así que con la excusa hecha me alisto a darle gusto a mi sufrido estómago y degustar un suculento almuerzo de esos que no pruebo de hace tiempo, ali ali ali alíviame las penas cantan los intestinos al ver que estamos cerca de calmar la depresión digestiva con un valium cevichal (si cabe esa palabra), ¡tranquilas carajo!, sino no hay nada, en algo atenúa el sufrimiento, bueno, ya muy malcriadas están.

Buen lugar, puedo caminar confiado y pasar por aquella esquina en donde la aprecio una y otra vez despedirse de mi poniendo sus manos sobre mis hombros y yo en el séptimo cielo, hoy a evitar tristezas, no se puede comer con el ánimo abatido. Al entrar no había tanta gente como pensaba, sólo comían los que atienden y me observan cual bicho raro al entrar, más a la derecha hay una familia, más al fondo noto 3 animados amigos alrededor de 3 cervezas y unos cuantos cigarros, apenas notan mi paso, por otro lado un grupo de chicas narrando algo mientras otra abre soprendida ambos ojos, ojazos, con aquella sonrisa maliciosa y casi escandalosa que las demás del grupo se animan a imitar, carcajada general por alguna de sus locuras que nunca conoceré y yo esperando expectante que me atiendan ya depositado en el asiento.

Hay que entender, es domingo y ninguna de las que pasan parece mesera, me cuesta llamar a alguien, no quiero que me mire con malos ojos, hoy no estoy para miradas de desprecio, ni abatimiento general, llega al fin una para atenderme y darme la carta, '¿Usted solito nomás?'... 'ssssssip', le respondo con las manos en la lista de platos y notando como termina de darle sin querer con ese mazo de realidad a la deleznable resistencia que le había puesto, tengo 2 brazos cogiendo mis hombros, no creo que se haya dado cuenta, pues se llevó los vasos y cubiertos de más que habían en mi mesa, rato después los otros meseros(as), almuerzan y me miran darme el gusto con las conchas negras, yo también me miro, decaído, y a mis tripas felices con la boca llena.

agosto 14, 2004

Ingenuo

Quiero que me dejes dormir en tu regazo
para soñar con estrellas de cartón,
soy un freak que busca tu abrazo
y componerte una triste canción

Quiero entrometerme en tus sueños
y caminar sin marcas de dolor
protegido por una de tus manos
pues a la otra besando voy yo

Y sí,
te creo,
me inclino,
y te dejo,
la niebla te borra suavemente
como en una mañana de invierno
y llorando
sin miedo
voy tras de ti
ingenuo.

Quiero ver tu imagen en el espejo
y pensar que eres del mar o el cielo
una sirena que se ha escapado
o un ángel que su origen ha olvidado

Quiero ser valiente de nuevo
y robar de tus labios un beso
raptar tu corazón bermejo
y con gusto ir a cárcel preso

Y sí
me engaño
me arrastro
y te acompaño
la niebla te sigue borrando
como a la roca con el tiempo
y comprendo
con miedo
no me quieres asi
ingenuo

agosto 13, 2004

Si un día...

Si un día te abraza la soledad,
y sientes que necesitas de amistad,
recuerda, mis brazos abiertos están,
y sola nunca volverás a quedar.

Si un día nadie a ti se acerca,
a averiguar dónde quedó tu belleza,
recuerda, mis ojos abiertos están,
y a tus labios jamás habrán de olvidar.

Si un día hacia atrás deseas mirar,
y ves la niebla misteriosa pasar,
recuerda, mi corazón abierto está,
para acogerte así no pienses regresar.

Y mientras tanto escribo poesías
palabras inútiles, o algunas melodías
esperando tal vez que comprendas,
queriendo tal vez que vuelvas.

agosto 11, 2004

Furtivo

No es que ahora me encuentre solo, es más, siempre lo estuve, arrimado a un rincón de la pared, y observando el mundo impasible y de lo más discreto, como por ejemplo, gozando del espectáculo de una lluvia de patadas colegial sobre el infortunado que anotó gol en la portería del equipo contrario, premiado por sus compañeros de equipo y castigado por los del contrario, y no más cruelmente, yo sigo observando, da mayor placer verlo.

Quizá fuera de los salones, en los pasillos universitarios, donde solía espiar furtivamente a aquel spaghetti con salsa de tomate dar sus clases de Algorítmica y evitar tan fria a todo el mundo que no cumpla sus requisitos mientras yo alucinado: 'Se dá su lado esa chica', buscando entre las nóminas de los cursos de Algorítmica y Estructura de Datos, los nombres que se repitan y sacar por descarte el suyo, qué más, qué felicidad dar con el único que se repite, porque nadie lleva esos cursos 3 veces.

O ser protagonista de la más clásica de las historias juveniles detrás de mi persiana americana, mientras ella, también oculta, se procuraba el mayor placer posible enseñándome que los deseos no son ajenos a mi género, algo más ocultos quizá, llevándome al espanto, pues puede haber alguien más oculto que yo, y encima espiándome.

Ahora oficialmente solo, repaso esas historias, sin más nadie a quién contar que a mi soledad, pues incluso mi propia sombra me ha abandonado, dice que no le hablo, si supiera todo lo que pienso, yo creo que es más porque sospecha que también la he espiado y sé alguno u otro de sus secretos.