febrero 04, 2005

Guía práctica del suicida

Todo tiene su final, nada dura para siempre, pero ¿si no queremos esperar tanto?, hay que sacar del bolsillo la navaja que cortará de un tirón el hilo y dejará a flor de labios el último suspiro antes de tiempo, ¿alguien te dejó? ¿te sientes único(a) en el mundo y nadie te comprende? ¿te aburriste de la vida? ¿quieres comprobar que Dios existe? ¿quieres ver la luz al final del camino? El proceso aquí tratado, aunque no parezca, tiene su dificultad y cabe mencionar la necesidad de ubicarse de lleno en cada etapa para poder pasar a la siguiente, bajo estricta pena (y vaya la ironía) de permanecer en el mundo del más acá y posiblemente en la carceleta de la comisaría o centro psiquiátrico más cercano, sin más introducciones ni miramientos el proceso de marras consta de:

* La excusa
* El método
* La decisión

La excusa: Siempre existe un motivo esencial, y quienes deben estar completamente convencidos no sólo eres tú, sino también tu subconsciente y tu inconsciente, trágate esto, no somos uno, estamos peleando a cada momento con nuestras múltiples personalidades y cada una de ellas te pondrá peros, la primera misión: aprender a convencer(te) que es la única salida, la más honrosa, la más fácil, la más liberadora, la más feliz, (ve tú cómo haces para que se crean esto), un par de cursos de autosugestión-intermedio-avanzado pueden servir, un tip: el instinto de conservación está en el inconsciente, ataca allí primero.

El método: No se trata de ser originales, sólo de expresarle al mundo que eres uno más que opta por abrir la puerta trasera y salir disparado, el abanico de posibilidades es muy amplio y va desde aplicar física secundaria (caída libre) hasta esperar que un tren pase por encima, "que duela pero no por mucho" es el lema a la hora de elegir y que además no dé opción para el arrepentimiento a mitad de camino, es por esto el autor prohibe terminantemente el "puenting sin soga", a menos que priorices demasiado la efectividad.

La decisión: Cabe mencionar que muchos no llegan hasta aquí con sus 5 sentidos, suelen anular una buena parte de ellos con un par de puchos, con unas cajas de líquido elemento (cerveza), o con cualquier cosa que emborrache, si el alcohol te hace perder la memoria, olvídalo, estando ad portas de tu ¿nueva vida?, no puede llegar la clásica frase "¿Qué estoy haciendo?", da el paso, suelta la cuerda, tira el gatillo, toma la cicuta, cierra los ojos, y mucha suerte, al menos para esto.

Algunos suelen dejar los motivos escritos en papel como malísima costumbre, deberás entender que si a nadie le importaste antes de partir, menos les va a importar lo que les dejaste, no pierdas tiempo, el aire que respiras otro lo puede necesitar.

(c) 2005 La efectividad de esta guía queda como un punto eternamente pendiente de medición.

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