febrero 26, 2006
Besos vacíos
Ayer besé una boca, se sentía húmeda, frágil, curiosa, ágil, provocadora, traviesa, atrevida, relajada, contenta, cómplice y despreocupada, lo que no puedo entender es el asco que ahora me invade, cuando el efecto de la cerveza se ha marchado junto a la cómplice oscuridad que se presta siempre para la aventura en medio del ritual del baile y los susurros al oído. La carga salival además grabó en mi mente su rostro y su sonrisa luego de cada encuentro de nuestros labios, acentuando aún más ese asco y la cólera por intentar obviar lo profundo de la nada con un paliativo buco-lingual. Lo confieso, he tenido la misma sensación de vacío con esa y las decenas de bocas que besé en el pasado, compruebo entonces que es mentira lo que dice el sabio, que un clavo se saca con otro clavo, pues podrán pasar cientos de bocas más, pero sólo habrá una y sólo una que deseo besar y simplemente, no se puede.
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