Es sentirse aquel iluso poeta,
en espera de una nimia respuesta
que la vida devuelva a la muerta,
que el corazón ablande a la cruenta
Pero ¿cuándo llegará? me pregunto.
Cuando el sol de cansancio oscurezca
y cada madrugada me levanto
deseando que el día desaparezca
Pero ¿cuándo llegará? me pregunto.
Cuando la lluvia caiga hacia arriba
y cada aurora mi mano levanto
desengañándome con gotas frias
Pero ¿cuándo llegará? me pregunto.
Cuando los pájaros dejen de trinar
y cada tarde todo me estremezco
sintiendo oidos a mi traicionar
Entrada la noche empiezo a divagar,
y esperanzado descubro tu secreto
feliz en el calendario voy a buscar,
por ese día, 30 de febrero.
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