diciembre 05, 2004

Exhibicionismo asesino

Hoy la ví otra vez, me lavaba el rostro y al voltear, ella frente a su espejo, moviéndose, probándose, vanagloriándose del placer con que mil ojos la dibujan todo el tiempo, y hoy no temí, me quedé parado en la ventana mirando conchúdamente lo que hacía. Por el espejo ella sabía que yo estaba allí; cuando viraba para medir lo que dejaba ver su falda, ella me veía de reojo; cuando iba al otro lado de la habitación, yo llegaba a hurgar en sus pupilas e intentaba romper su seriedad, sin embargo, no corría su cortina. Frustrado por no encontrar la culpa de una travesura, cerré la ventana del baño y me fui a estudiar, no hay emoción si esa chiquilla carece de pudor, me mata al voyeur a punta de desparpajo.

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